domingo, 22 de abril de 2012

San Jorge y el dragón.

San Jorge y el dragón.-Uccello
Esto es un velociraptor, de toda la vida ¿o no?
Yo para mí, que los dragones medievales no eran más que restos de dinosaurios. Que echaban fuego por la boca a causa de los gases producidos por la fermentación de grandes masas herbáceas en su estómago (como quien hace compost, vamos), y que si se comían de preferencia a las doncellas, no era por hacer el favor a los caballeros de que se lucieran ante la dama, sino porque tenían la carne más tierna de todas.y corrían menos que nadie con esas faldas tan largas. Aún así, debía ser un putadón que se comieran a tu novia, después de llevar años dando el coñazo y haciéndote el moñas, poniendo cara de buen caballero ante su padre  y justando contra todos con kilos de metal encima. No debía sentar nada bien.
Se comprende que un experto cazador de dinos causara furor en una ciudad en la que un dragón se había instalado en la fuente del pueblo. Todas las mañanas, pa lavarte la carita y antes del café, tenías que pegarte con el dragón para que se apartara, y si no le dabas una muchacha para desayunar, nada, que si quieres arroz, Catalina, te quedabas sin agua.
Esta es la leyenda, que llegó San Jorge, y llegó justo justo a tiempo de salvar a la princesita (más bella que ninguna, por supuesto) que le tocaba convertirse en tostada ese día.
Pero, ay, amigos. La verdad de lo que celebramos hoy con un libro y una flor (que me maten si entiendo la relación) es la muerte de un señor, hijo de militar romano y una señora llamada Policromía. Que cuando lo canonizaron, más o menos por el año quinientos, maldito si siquiera el papa Geroncio sabía por qué. Así que lo incluyó entre  "...aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios". Ya es tener morro y escaquearse de currar, siquiera de leerse los informes.
En conclusión, que celebramos sabe Dios qué, y nunca mejor dicho, de una manera que tampoco sé a cuento de qué viene (y nunca mejor dicho) y con una flor. Así que ahí teneis, os regalo un libro sobre cómo ser un caballero y no morir en el intento.
Manual del Guerrero de la Luz.

Y como flores, las de temporada:
Dalias. 
El significado de las dalias en el lenguaje de las flores es: "gracias por tu ayuda, por estar siempre a mí lado". Dicho así, suena bonito. El asunto es que según el color que presentes la cosa se pone salsas. Si es blanca, "hmm parece que hay temita"; si amarilla " te soy fiel", naranja "te declaro mi amor, pero qué original soy", rosa "voy a intentar hacerte siempre feliz", roja " te querré siempre", violeta "mi amor es fuerte y crece cada día", malva "gracias".
Desde que aprendieron a hacer injertos y las sacan bicolores, ya ni huelen ni tienen palabra


Cerezos en flor


Y las flores del cerezo, que se caen en todo su esplendor, ante el menor roce del viento, antes de marchitarse.. Los japoneses las llaman Sakura, y representan la esencia de un buen samurai, que debe morir en plenitud en batalla, antes de decaer como guerrero. Siempre que un samurai parte a batallar, se planta un cerezo, blanco. Se dice que las flores se tornarán rosadas por la sangre del samurai, que si se siente envejecer se suicidará ritualmente ante él para evitar la marchitez; o de su esposa, que no querrá seguir viviendo ni conocer otro hombre si su samurai muere en combate.
Y lo dejo, que ya me ha puesto melancólica la historia esta de los samurais, yo que intentaba echarme unas risas sobre dinos. Hala, ahí os dejo una cancionzuela.
Por la paz y la canción

lunes, 9 de abril de 2012

Pascua de Resurrección.

Como hoy es Pascua de Resurrección, resucito reconociendo un par de cosas o tres (pongámonos música primero):
Gnossienne nº1, Erik Satie : que el alma está en el cuerpo, y que el resto son circunstancias que no vienen al caso, que entorpecen, estorban y restan resplandor.Que es una estupidez pedirle jornadas de reflexión al cuerpo, porque el celibato no te ayuda a pensar con claridad, no arregla nada y estropea el carácter y el cerebro, y merma la alegría y las ganas de seguir vivo. Que nunca sabes cómo acaban los caminos, ni la mayoría de las veces, cómo empiezan, así que es inútil tratar de conducirse poniendo la vista en el horizonte.

Dos: que tus problemas nunca están dónde crees, y que cuando cuando tiras un vaso, no es que otro lo haya colocado mal, es que no ibas mirando por dónde ibas porque tenías la cabeza en otra parte.Que el problema no es el agua derramada, sino que vas evadido por la vida. Que es una estupidez perderse lo que tienes delante porque quieres que llegue mañana o te da miedo.

Tres: que me gustan los caracoles, y que mejor cambio la vehemencia de sitio.

   
Magritte: Olimpia