pero no podreis detener la primavera"
Esto decía Pablo Neruda.
A veces una súbita helada mata los brotes verdes.También, a veces, es la pérdida de esos brotes lo que vigoriza la planta, como una especie de poda primaveral cruel.
No sé qué traerá esta primavera, la última fue casi suicida en su certeza liberadora. Aunque no estuviera claro si lo sobreviviría no dejó de añadirme un anillo de crecimiento.
Supongo que la primavera sabe más de mí que yo misma, y me recuerda que le pertenezco. Que volverá a brotar de mí la alegría aunque no quiera, aunque ahora diga que no, aunque tras las comuniones, funerales, bautizos y bodas al cielo del último año tenga la sensación de moverme bajo el agua y no tenga ganas de saber del mundo.
Sabe que el cuerpo, el alma y el ánimo se cansan de doler, que tras el dolor llega el entumecimiento, el no sentirse; y que esa será la tierra abonada en la que un día se descubre con sorpresa un brote verde, nuevo, reluciente, como del principio de los días. Y la vida se abre paso una vez más.
Google me dice que mañana tengo permiso para celebrar por un día lo que soy siempre, una mujer; pero yo prefiero celebrar que ha salido el sol, que hay amor en el mundo aunque no sea conmigo, y que bueno es que los bebés de todas las edades celebren sus onomásticas.
Como diría Bob Esponja: Buenos días, Mundo!!!
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